Vaya faena, ¿verdad? Que se te cierre la puerta del piso, del coche o hasta del local comercial puede pasarle a cualquiera. Pero tranqui, que aquí estamos para solucionarlo rápido y sin complicaciones. No importa si es de madrugada, un festivo o un domingo de resaca. Nuestro equipo llega en un periquete y con las herramientas adecuadas para dejarte entrar sin dañar la cerradura.
Da igual si vives en un ático en Malasaña o en una casa en las afueras. Si tienes una puerta que no se abre, nosotros estamos de camino. ¡Y oye, si te mudas y necesitas dejar todo cerrado como una fortaleza, también nos ocupamos!
No te rayes ni intentes forzar la cerradura con una tarjeta, que luego sale peor. Llámanos ahora mismo o mándanos un mensajito. En menos de lo que canta un gallo, tendrás a un profesional en tu puerta. ¡Y recuerda, la primera cerveza después del susto va por tu cuenta!